El electivo Innovación de Base Científica y Tecnológica tiene como propósito que las y los estudiantes conozcan y dimensionen las oportunidades que existen en Chile para impulsar el desarrollo a través de la Ciencia y la Tecnología (CyT), especialmente en su vínculo con el sector productivo.
La asignatura invita a reflexionar sobre los desafíos que enfrenta el país para acercar el trabajo que se realiza en universidades y centros de investigación al entorno empresarial y social, con el fin de fortalecer la transferencia del conocimiento y maximizar el impacto de la inversión en I+D.
El curso realizado por los profesores Katia Soto (científica) y Roberto Álvarez (economista), aborda esta temática desde dos perspectivas complementarias: El profesor Roberto profundiza en los fundamentos económicos que explican la relevancia de fortalecer el desarrollo científico y tecnológico en las economías modernas; mientras que la profesora Katia ofrece una mirada sobre el quehacer científico, los espacios institucionales donde se articula la investigación en Chile, y los esfuerzos públicos y privados por consolidar su vínculo con la industria.
Durante el curso se analiza tanto la alta calidad de la ciencia que se realiza en el país, como los desafíos que implica mantener una de las inversiones más bajas en I+D respecto del PIB entre los países de la OCDE. En este contexto, se destaca el rol clave del sector productivo para aumentar dicha inversión y potenciar una transferencia efectiva del conocimiento desde la academia hacia la industria.
Presencia de organizaciones en el curso
El electivo se enriquece con la participación de invitadas e invitados que, desde su experiencia, muestran cómo se crean empresas de base científica y tecnológica, los instrumentos de apoyo disponibles y los aspectos clave de la propiedad intelectual.
En esta versión del curso participaron Felipe Aquea (fundador de RUBISCO) y Fernando Valiente (académico FAMED – U. de Chile), quienes compartieron su experiencia como científicos-emprendedores; además de Gloria Moya y Andrés Leal, representantes de CORFO RM, quienes explicaron el papel de la corporación en el ecosistema de innovación y los instrumentos de apoyo a la CyT.
También participó el AMTC (Advanced Mining Technology Center), representado por Rodrigo Cortés Lobos, Gerente de Transferencia Tecnológica del centro, quien comentó sobre los proyectos que desarrollan desde el AMTC (alojado en la FCFM-U. de Chile) junto a la industria minera.
Asimismo, Tomás Norambuena, especialista en propiedad intelectual y empresas de base tecnológica, realizó una sesión dedicada a la gestión de PI, mientras que Ignacio Toledo, ingeniero del observatorio ALMA, presentó una mirada estratégica sobre las oportunidades de Chile para posicionarse como referente global en innovación científica, especialmente en el ámbito astronómico y la gobernanza de datos.
Visita a la planta productiva y centro de distribución de Carozzi
Como parte del curso, las y los estudiantes realizaron una visita pedagógica a Carozzi, con el objetivo de observar cómo se integran la innovación y la sostenibilidad en una empresa líder del sector alimentario.
“La visita fue altamente relevante para el contexto del curso, ya que no sólo tuvimos la oportunidad de observar los procesos de producción y logística, sino que también profundizamos en los temas de sostenibilidad e innovación, que están cobrando cada vez mayor relevancia junto con la sostenibilidad”, destacó la profesora Katia Soto.
Durante la jornada, las y los estudiantes recorrieron el Sky View del centro de distribución de Carozzi, uno de los más modernos de América Latina, donde conocieron los avances en automatización y robótica aplicados a la eficiencia operativa.
La actividad incluyó presentaciones de Miguel Campos Contreras (Coordinador de Sostenibilidad y Relacionamiento), Jaime Ramírez Canales (Líder de Innovación Corporativa) y Tomás King (Subgerente de Operaciones de Distribución), quienes explicaron cómo la empresa ha abordado procesos de automatización, reconversión laboral y gestión sostenible.
Entre los temas más destacados, se abordó cómo Carozzi transformó desafíos —como el incendio que afectó a la fábrica— en oportunidades de mejora e innovación, así como el proceso de reconversión laboral asociado a la automatización, que permitió que trabajadores asumieran nuevos roles más complejos y desafiantes, mejorando la retención y el desarrollo interno.
“Resulta interesante observar que las grandes empresas no sólo buscan soluciones externas, sino que también valoran ideas que surgen desde sus propios trabajadores. Esto evidencia una gran oportunidad para que universidades colaboren con empresas como Carozzi, diseñando soluciones escalables desde el inicio y facilitando los procesos de transferencia de conocimiento”, señaló la profesora Soto.
La jornada culminó con un juego interactivo para reforzar los aprendizajes, donde los ganadores se llevaron un año de helado gratis como premio.
Este tipo de experiencias son fundamentales para la formación profesional, ya que permiten a las y los estudiantes conectar la teoría con la práctica, observar cómo conceptos revisados en clases —como gestión de operaciones, cadena de valor o estrategia competitiva— se aplican en entornos reales, y comprender la dimensión humana y cultural de la innovación.
“Desde una visión estratégica y cultural, los estudiantes comprenden que la innovación no se limita a la creación de nuevos productos; incluye la optimización de procesos, la automatización y la gestión de cambios culturales y laborales, aspectos fundamentales para mantener la competitividad y la eficiencia”, explicó la profesora Katia Soto.
El electivo Innovación de Base Científica y Tecnológica se consolida así como un espacio que promueve el pensamiento crítico, el entendimiento de la ciencia aplicada y la conexión entre conocimiento, sostenibilidad e industria —una combinación clave para el desarrollo del país.

